Mi hijo Miguel me ha dicho que le enseñe a su amigo Pepelu a esquiar, para que las próximas veces que vayan juntos bajen todos al mismo ritmo. Le habían llevado 4 días a Formigal hace un año, pero no sé si tuvieron mucha paciencia para enseñarle.
Miguel me encargo que, de paso, le quite el típico vicio adquirido.
Estuvimos en Navacerrada el viernes. Empezamos recordando la «cuña» en las pistas azules y acabamos en las rojas «solo para expertos» haciendo paralelos…. Incluso bajamos fuera de pista por el bosque evitando las rocas y los pinos….
Pero me dijo que se iba de Verbena todo el fin de semana: los vicios no se negocian….
Juventud divino tesoro….